domingo, 10 de abril de 2011

IRON MAIDEN

Durante día y noche recé para no tener que trabajar la noche del domingo 10 de Abril. Porque esa noche yo y otros 50000 metaleros teníamos una cita con el destino, y con la banda Iron Maiden, el exponente del new wave of heavy metal de los 70 y 80.

Al bajo el cabeza y fundador de la banda, Steve Harris; parapetado tras la batería el incombustible Nicko McBrain; tres guitarras tres conjuntadas perfectamente y acariciadas por las expertas manos de Adrian Smith, Dave Murray y Janick Gers; y todo ello cosido por la inconfundible voz y la energía del incombustible Bruce Dickinson. Junto con estos seis fieras llegó también la mascota de la banda, el zombi Eddie "the head" ahora reconvertido a bestia alienígena.

Llegaron a Santiago en la mañana del Sábado 9 en el boeing de la banda, el Ed Force One (que pilota el propio Dickinson) y nada más llegar dieron una rueda de presa en el hotel Sheraton, para azuzar un poco al personal señalando que el público Argentino había sido muy bueno.

Hoy domingo algo flotaba en el ambiente, quizás sea que de la que iba al metro por la mañana vi más camisetas de Maiden que en el resto de mi vida junta. Quizás sea que en todos los bares de Bellavista sonaban grandes éxitos de Maiden. Bien entrada la tarde nos movimos hacia el estadio nacional, para ver a lo primero el exagerado control de seguridad (debemos recordar que en 1992, Maiden canceló su concierto por presiones de los conservadores y la iglesia católica). Sobre el escenario tocaba Exodus, la banda telonera; que no lo hacía mal del todo salvo porque se movian menos que el palo de una escoba. El ambiente se caldeaba ya para la aparición de los putos idolos del metal que son Maiden. Los asistentes al concierto la tipica chusma jebuta de siempre: melenudos inadaptados, niños gordos con camisetas xxxl, borrachos con la bandera de chile atada al cuello a lo supermán, madres y padres con sus hijos de 3 años, mujeres embarazadas. Lo peor de lo peor.

Luces fuera, luces dentro; y sobre el escenario aparece otro fuera de serie. Sam Dunn, antropólogo y cineasta famoso por sus documentales  "A headhbanger´s journey" (El Viaje de un Melenudo) y Global Metal, donde analizaba el fenómeno del Heavy desde un punto de vista serio y documentado; y mostraba como el heavy metal es un punto de unión entre culutras tan dispares como la occidental, oriente medio y asiatica. Entre vítores del público, Sam nos recordó que nos estaban filmando para hacer un DVD de la gira. Gritos de histeria y luces fuera.

Empieza a sonar la melodía instrumental de la primera canción del último disco del grupo: Satellite 15.. the final frontier, y las voces se congelan. Cae el telón al minuto 4 y aparecen ELLOS sobre el escenario.

La puta hostia, los Maiden en directo.

Al acabar Final Frontier, tocan otras dos del nuevo disco, El Dorado y The Talisman. El público ya está caliente, Bruce nos saluda a todos y luego empieza a caer material conocido. Cae The wicker man y todo el mundo la canta. Al acabar la canción Bruce, que se mueve más que los precios, desaparece del escenario y nos ponemos a comentar lo sudada que esta su camiseta. Mientras nos reimos empiezan a sonar los acordes de The Trooper y el instante es increible. Me echo las manos a la cabeza mientras Dickinson vuelve con una bandera británica y una casaca roja; increíble tema todado en directo. Un par de canciones del disco nuevo y vuelven a la carga con The Evil that Men Do. Pero justo al acabar el temazo y sin tiempo a reponerse llega la histeria con las notas iniciales de Fear of the Dark.

I am the man who walks alone...

Momento perfecto. Guitarras, bajo y batería tocan a la perfección mi canción favorita de Maiden. Y Bruce no para de moverse por el escenario y gesticular como si estuviera hipnotizando una puta cobra. Todo el estadio canta la canción a pleno pulmón. Momento increible.


Pero no acaba la cosa ahi, luego viene When the wind blows, una baladona que clausura el último disco. Y un par de canciones clásicas. Irrumpe en el escenario un Eddie de tres metros que persigue a los integrantes de la banda hasta que le pasan una guitarra y toma algo. Acaban el concierto con la aparición de un animatrónico de Eddie gigante que sale de detrás del escenario, se despiden tras el escenario para siempre.

Y una leche. "Those who understand, reckon the number of the beast..."

Para todos los nacidos en el 81, nuestra canción The Number of the Beast. Verdadero Icono del grupo y un honor y un placer escucharla, del escenario sale un animatronico de Belcebú, o era Zapatero, ahora no recuerdo. Como si fuera poco, tocan Iron Maiden (la canción) y Phantom of the Opera. Y finalmente con todo un clásico: Running Free.

Con ello se despiden. Nostros no vamos felices hasta que un taxista nos pide 8 lucas por volver a casa. Lo mandamos a la chucha y nos fuimos andando.

IRON MAIDEN TRIVIA.

Bruce Dickinson, aparte de cantar en Iron Maiden, es piloto de aerolinea, guionista, escritor y director de cortos, practica esgrima a nivel olímpico (lo convocaron para Barcelona 92). Sharon Osbourne, mujer de Ozzy Osbourne, lo odia a muerte por un incidente en el Ozzfest, al punto de salir al escenario y proclamar que Ozzfest amaba a Maiden, pero que Dickinson era gilipollas.

Nicko McBrain  también pilota avioneras y es un adicto al golf y a Jesus, algo que los detractores de la banda siempre olvidan cuando chillan que son satanicos.

Los temas de la banda no pertenecen a un único miembro, sino que todos componen temas. La temática es muy variada, ocupando acontecimientos históricos, literatura, cultura popular, ciencia ficción o películas.

El fundador y cabeza de la banda (aparte de Eddie) es Steve Harris, pero su timidez extrema le hace dejar la voz en los conciertos a Bruce, que es todo palabra.

El grito de Guerra de Dickinson en los conciertos es: Scream for mi (rellenar con nombre de ciudad); en castellano: Grita por mi (rellenar con nombre de ciudad)


SCREAM FOR ME SANTIAGO

1 comentario:

  1. Realmente has conseguido crearme envidia. Me alegro de que lo hayas pasado de PM.

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